La importancia de la industria química para un futuro verde
La industria química tiene un papel clave en el desarrollo sostenible, el futuro verde y la transición energética. Se trata de un proveedor estratégico de soluciones y recetas clave en el actual contexto global. Por ello, se vislumbra que la industria química será estratégica para el futuro.
El futuro descarbonizado y la economía circular son retos de vital importancia para cumplir los Objetivos 7 y 9 que marca la Agenda 2030 en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Una agenda que gira entorno a cinco ejes centrales: PLANETA, PERSONAS, PROSPERIDAD, PAZ Y ALIANZAS (5P`S), y que busca asegurar un desarrollo sostenible de la industria entre otras cuestiones.
Según Feique (Federación Empresarial de la Industria Química Española), la industria química tiene uno de los índices más elevados de inversión en I+D+i, con más de 1.721 millones de euros anuales. Con el objetivo de conseguir los hitos marcados de descarbonización y economía circular, se ha convertido en la industria que más investigadores contrata.
El impacto de la actividad industrial química tiene distintas direcciones que convergen e impactan en otras industrias y en nuestro día a día.
Un ejemplo de generación de valor añadido en pro de una economía circular por parte de la industria química es el desarrollo del reciclaje químico, que permite, frente al reciclaje mecánico, un mayor y mejor aprovechamiento de los residuos, generando nuevas materias primas de calidad.
El reciclaje mecánico no se permeabiliza siempre con la complejidad de cada material transformado, por lo que no siempre consigue mantener intactas sus propiedades. En contraparte, el reciclaje químico es capaz de devolver las moléculas del material a su estado origen para preservar sus propiedades. Lo que posibilita unas materias primas recicladas de calidad y sin la producción de desechos.
Otro ejemplo de innovación sostenible que contribuye a la descarbonización es el empleo de la fotosíntesis artificial en laboratorios químicos, que imitando a la fotosíntesis natural consigue una eficiencia 15 veces mayor, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y consiguiendo un ahorro importante de energía.
También es de señalar el papel determinante que tiene la industria química en el aprovechamiento del Co2 capturado y almacenado. En función del empleo que se de al Co2 y de las vías de fabricación, se pueden obtener moléculas como el metanol o polímeros que sirven de materia prima para la fabricación de productos de limpieza, cosméticos e incluso ropa. El impacto es alto y positivo para la industria química debido a la reducción de su huella de carbono y el descenso de los costes de inversión. Un impacto que se extiende, como un efecto dominó, hacia el resto de la industria.
En cuanto a la economía del hidrógeno verde que está tan en boga, se presupone como elemento energético clave para la transición energética por la potencial reducción del consumo energético en un 20% que se postula que obtenga.
Por otro lado, las materias primas y compuestos básicos que empresas químicas desarrollan para la fabricación de baterías más sostenibles, eficientes y duraderas. Gracias al beneficio de básicos como el ion-sodio o el vanadio-cinc, se obtienen nuevas baterías que destacan por su precio, alta densidad de energía, durabilidad, rapidez de carga, etc., Todo ello ayuda a trazar un futuro de almacenamiento energético óptimo, verde y sostenible.
Por último, el sector químico da sentido y se apoya e impulsa las tecnologías que sirven de esqueleto a la digitalización: Inteligencia Artificial, Gemelos Digitales, Blockchain, el Internet de las Cosas, etc., Todas estas herramientas digitales necesitan equipos electrónicos, sistemas de comunicación o almacenajes de datos magnéticos y ópticos que produce la industria química.
Y, a su vez, estas herramientas digitales sirven bien al sector químico, ya que contribuyen a la aceleración de los procesos, mejoran la trazabilidad de los elementos químicos durante las distintas etapas de transformación, desarrollan predicciones para la constante mejora de las formulaciones, consiguiendo así también conocer métodos óptimos de reutilización. Así se favorece la circularización de la economía.
STEULER Técnica es consciente del papel clave que tiene la industria química en la consecución de una industria descarbonizada, circular, verde y eficiente desde el punto de vista de la transición energética. Por ello, ayudamos en lo que se nos da mejor: ofreciendo protección frente a la corrosión química.
Nuestro trabajo permite alargar la vida útil de las instalaciones de nuestros clientes de la industria química: haciéndolas más seguras, respetuosas con el medio ambiente y económicamente más rentables.